Noruega 2012
Viaje de 15 días por el sur de Noruega a bordo de 2 coches, realizado en Agosto de 2012. 7 personas.
Ruta circular de 3.300km con salida y llegada en Oslo. De camino visitamos varias ciudades, como la propia Oslo, Bergen, Trondheim, Ålesund o Lillehammer, navegamos por fiordos, como Sognefjord, Nordfjord, Aurlandsfjorden, Nærøyfjord o Lysefjord, recorremos los Parques Nacionales de Jotunheimen y Rondane y el glaciar de Nigardsbreen, conducimos por la Carretera de los Trolls y la Carretera del Atlántico, completando el viaje con dos de los treckings más famosos de Noruega... Preikestolen y Kjerabolten.
¿Quién es quién?
Ana Ángela Cristian Fran
Nora Jorge Tamara
5 de Agosto: El 1er viaje de Nora y... parece que de Cristian.
El viaje comienza con el grupo repartido: Tamara ha viajado el día anterior y ya se encuentra en Oslo, Ana, Fran y Nora han dormido en Madrid, y Cristian recoge a unos somnolientos Ángela y Jorge, que han estado de boda y apenas han dormido 2 horas.
Una vez reunido, el grueso de la expedición se desplaza al aeropuerto donde Cristian tiene algún que otro problema en el control. Mientras los otros esperan sin saber qué sucede, escuchan a una pareja comentar: Fíjate, a ese chico lo han parado porque llevaba el portátil en la mochila, mira que repiten que hay que sacarlo. Y no sólo eso, también llevaba una botella de 1.5L de cocacola. Si es que hay gente que no está acostumbrada a viajar!!
El resto del trayecto trancurre sin más inconveniente y por fin, tras dar unas cuantas vueltas a pata y cargados de maletas por el centro de Oslo, nos encontramos con Tamara en la puerta del hotel. Ya estamos todos!!
Como ya es un poco tarde, nos planificamos las visitas para el día siguiente y damos un paseo por el jardín Botánico y los alrededores del museo de Munch, en cuyo interior se encuentra el famoso cuadro de El Grito.
6 de Agosto: ¿Cogemos el tranvía?... No, mejor que nos coja él a nosotros
Comenzamos el día con una visita de los principales atractivos de Oslo, paseando por Karl Johans gate desde la Catedral al Palacio Real, donde al parecer se encuentra el Rey Harald ya que la bandera se encuentra izada.
Un paseo por el puerto nos desvela una magnífica vista de la fortaleza de Akershus, construída en la Edad Madia como residencia Real y en cuyo interior se encuentra el Castillo homónimo.
Después de comer empieza a llover, así que el edificio de la Ópera (visita obligada) lo vemos pasados por agua.
Al recoger los coches recibimos la sorpresa de un Fiat 500 y un Suzuki Swift... creo que vamos a ir un poco apretados. Conducimos por la ciudad dando mil rodeos debido a las obras que hay por el centro y a la gran cantidad de calles de único sentido. Recorriendo una de estas calles, algún despistado no se percata de cómo los coches se desvían a un carril paralelo y decide continuar recto, feliz de lo poco concurrido que está la calle por la que conduce... hasta que el pitido de un tranvía nos saca de nuestro empanamiento y nos obliga a salirnos cada uno por un lado. No sé quién se llevó más susto, nosotros o el pobre conductor del tranvía.
Saliendo de la ciudad paramos en Vigeland Park para visitar el Monolito y las esculturas diseñadas por Gustav Vigeland, que representan hombres y mujeres desnudos y entrelazados desde la niñez hasta la vejez.
Conducimos bajo una intensa lluvia hasta llegar a la región de Telemark, donde pasaremos nuestra segunda noche noruega.
7 de Agosto: Dale al timón Tomasa...
Mientras recogemos la cabaña y desayunamos, contemplamos con cierta resignación que la lluvia que nos acompañó la tarde anterior sigue igual de presente. Por suerte, según avanza la mañana el tiempo va mejorando hasta que para de llover totalmente al llegar a Ulefoss.
Estamos en Telemark, una región de Noruega atravesada por su famoso canal que salva, mediante una serie de esclusas, el desnivel entre los diferentes lagos que plagan la zona. Visitamos las de Ulefoss, Lunde y Vrangfoss. Esta última es la más grande y espectacular y tiene 5 cámaras que salvan 23 m. Aquí nos entretenemos durante una hora viendo cómo pasa un barco, aunque Cristian también encuentra interesante el modo en que la chica encargada de abrir las compuertas mueve la palanca.
Continuamos hasta Dalen atravesando un puerto que ofrece unas vistas impresionantes del valle, para ver el Hotel del mismo nombre, construido íntegramente de madera. Hacemos un alto en el camino en la oficina de información, no para coger folletos sino para gorronear del café gratuito que han puesto en la mesa de fuera. Qué amables estos noruegos!!
De camino a nuestro alojamiento de hoy paramos para ver la iglesia de madera de Eidsborg. Espectacular.
8 de Agosto: Cumple de camino a Preikestolen
Amanecemos con la celebración del cumple de Ángela entre velas y regalos.
Continuamos nuestro camino por unas carreteras estrechísimas que bordean varios lagos, deteniéndonos cada dos por tres a sacar fotos y contemplar el paisaje.
A mediodía llegamos a Preikestolen y hacemos la marcha de 4 horas (para Fran algo más, que tiene que bajar de nuevo al coche porque se le ha olvidado la merienda de Nora) que nos lleva hasta el Púlpito. Esta roca plana, que sale de la montaña cómo si fuese un mirador, cae verticalmente 604 m sobre el Lysefjord, ofreciendo unas vistas impresionantes de la zona. Foto no apta para cardiacos sentados en el borde del precipicio.
Al volver al albergue nos informamos sobre la marcha que queremos hacer al día siguiente (Kjeragbolten) y nos damos cuenta que no vamos a poder hacerla por falta de tiempo, ya que el barco que atraviesa el fiordo tarda ¡¡6 horas entre ida y vuelta!! lo que sumado a las 6 horas que cuesta subir hasta la roca encajada entre dos montañas, hace imposible que lleguemos hasta donde tenemos previsto la próxima noche. Una pena.
9 de Agosto: Nora celebra el cumple de mamá
El día empieza con un nuevo cumple, el de Ana. Que recibe sus regalos acompañada, como no, de unas velas.
Ante la imposibilidad de subir a Kjeragbolten, hoy hemos decidido pasar el día en Stavanger, y la decisión no ha podido ser más acertada. De esta ciudad a orillas del Mar del Norte se dice que es la más grande de Europa construida de madera. Paseamos por el casco antiguo y el puerto, visitando la Catedral construida en piedra en el siglo XII. Como vamos sobrados de tiempo decidimos saciar nuestra vena consumista visitando algunas tiendas de souvenirs.
El museo del petróleo nos depara un parque infantil fabricado con restos de plataformas petrolíferas. ¿Infantil? Bueno ahora también para “adultos”.
10 de Agosto: ¿Y el puente?
Visita mañanera a la cascada Langfoss. Preguntamos a una chica endémica de la zona cuál es el camino más corto a Bergen y nos manda por una ruta con puente inacabado incluido, lo que nos a obliga a dar un poco más de vuelta y coger un ferry no previsto.
A media tarde llegamos a Bergen, con su precioso puerto Hanseático patrimonio de la humanidad. Paseamos por él deteniéndonos un buen rato en las casas de madera en el borde del mar. Un simpático pescador español nos ofrece caviar de salmón para probar, no sin antes tomar a Tamara por francesa. Callejeamos por la ciudad contemplando el Castillo y la Catedral, antes de subir en teleférico al Monte Floyen (320m) para contemplar una panorámica de Bergen al atardecer.
Al marcharnos meditamos la posibilidad de comprar algo de pescado en el puerto para cocinar esta noche, pero la hora de cierre de los puestos y los precios nos hacen echarnos atrás. Para compensar, esta noche…
Intento infructuoso de lavar nuestra ropa, que ya empieza a escasear. Una lavadora rota y otra ocupada y muy lenta hacen más probable el temido doble uso.
11 de Agosto: Fiordeando
Saliendo de Bergen visitamos la iglesia de madera de Fantoft.
Continuamos hacia Gudvangen atravesando miles de túneles. Hoy batimos el récord: 11km. En este pequeño pueblo cogemos un barco para ver el Naeroyfjord (patrimonio de la humanidad) y el Aurlandsfjord. Un crucero de 2 horas recorre ambos fiordos entre las paredes casi verticales de las montañas que los bordean, lo que acompañado de un tiempo formidable hace que pasemos una tarde estupenda.
De vuelta al camping por fin conseguimos poner una lavadora que palie la emergencia de una inminente falta de ropa.
12 de Agosto: Día completo
Nos desplazamos hasta la vecina Flam para preguntar por los horarios del tren que une este pueblo con Myrdal. De hecho nuestra intención es coger el tren en este último, pero nos informan de que es imposible acceder por carretera hasta allá, así que en un minuto decidimos coger ida y vuelta desde Flam, aparcamos, compramos los billetes y nos montamos en el tren, que en ese preciso momento sale de la estación. Por los pelos!!
El tren asciende cerca de 800m desde Flam, a orillas del Aurlandsfjord, hasta Myrdal, pueblo rodeado de montañas con nieve. Como se puede imaginar el paisaje es espectacular, y el recorrido estrecho entre cascadas y montañas nos hace pasar 2 horas corriendo de la ventanilla derecha a la izquierda. Al llegar, una coreana nos pide hacerle una foto a Nora, así que ya que estamos nos hacemos también una foto con ella.
Foto en Myrdal con las recién estrenadas camisetas del viaje
Nora haciendo amigos
Seguimos por carretera batiendo un nuevo récord: 25km de túnel!! Visitamos las iglesias de madera de Borgund y Ornes, esta última con un interior impresionante que la hacen digna merecedora de ser patrimonio de la humanidad.
Para terminar el día hacemos un pequeño trecking para visitar el final del glaciar Nigardsbreen, chulísimo.
Que los fans de Nora estén tranquilos, ella está en la mochila a espaldas de su padre.
Una vez en el camping, el dueño nos comenta que si queremos ducharnos tenemos que comprar fichas de 5 min de agua caliente por el módico precio de 15 coronas (2€ aprox.). Maldito ladronzuelo!!
13 de Agosto: Un erizo como yoooooo
Un erizo como yooooo, le gusta tomar el soooool… La canción oficial del viaje nos despierta como cada día.
Conducimos por la carretera Rv55, recomendada por la guía como interesante. La guía se quedó corta. Menuda pasada de viaje, comenzando a orillas del fiordo con las casas de madera reflejadas en él, hasta llegar a los 1300m rodeados de montañas de más de 2000m.
Nos desviamos hacia una estación de esquí de verano (1800m) donde contratamos una excursión guiada para visitar un túnel de hielo, excavado en un glaciar donde han encontrado restos de hace 1700 años perfectamente conservados gracias al frío. Mientras, el guía (un vikingo muy parecido al Thor de la película y muy del agrado de las mujeres del grupo) nos cuenta cosas sobre la flora y la fauna de la regíón y sobre los hábitos de los antiguos habitantes de las montañas.
Acabamos el día con una visita after-hours a la iglesia de Lom, gracias a Fran que decide investigar por su cuenta y abrir la iglesia por probar y... bingo!! Iglesia gratis y sin gente!!
Como hoy vamos bien de tiempo, decimos jugar un rato al pañuelo para desfogarnos un poco y actualizar la web.
14 de Agosto: De la escalera de los Trols al más tonto de Noruega
Amanecemos con un susto. Tamara no está en su cama y en su lugar está Quasimodo. Ah no!! Que le ha picado un mosquito en la frente y es ella. Bufff menos mal!!
Continuamos nuestra ruta cogiendo un desvío (carretera Rv258) que atraviesa un puerto de montaña. La estrecha y tranquila carretera, alejada de las rutas principales más concurridas, nos ofrece una jornada estupenda rodeados de lagos azules, formados por el deshielo que reflejan las montañas cargadas de nieve. Un espectáculo para estar en Agosto.
Descendiendo nos detenemos en un mirador para contemplar una cascada. Tan ensimismados nos encontramos que no nos damos cuenta del cartel que pone que hay que pagar el parking (¿un área de descanso de grava en medio de un monte se considera parking?), lo que nos hace pegarnos una buena carrera y salir derrapando al ver a un señor con corbata apuntando nuestras matrículas en una libreta. ¿Habremos librado?
El último descenso al Geirangerfjord es espectacular.
Atravesamos un área de cultivo de fresas, o eso suponemos tras ver cientos de puestos por la carretera que venden dicha fruta. Como es media tarde y vamos un poco caninos decidimos darnos el capricho de parar y comprar una bandeja para merendar. Como la chica está de buen ver es Cristian, nuestro soltero de oro, el encargado de efectuar la compra. Lástima de la barrera idiomática que si no...
Todo el agua que no nos ha caído desde Telemark, el segundo día de viaje, nos la estaba guardando el cielo para cuando llegaramos a Trollstigen (o escalera de los Trols). Como esta es una visita destacada del viaje y vamos bien de tiempo, decidimos esperar 1 hora hasta que para un poco de llover y entonces caminamos hasta los diferentes miradores para contemplar la impresionante carretera que se abre al valle bajo la atenta mirada del Rey, la Reina y el Obispo, los tres montes que la rodean.
A las 19.30h llegamos a nuestro camping dispuestos a relajarnos después de un día bastante intenso, pero el personaje más tonto y chulo de Noruega nos estaba esperando para darnos la buena noticia: ha vendido nuestra reserva. Según él, como no hemos dado señales de vida antes de las 18.00h tiene derecho a hacerlo. Tras intentar razonar con él, ya que no es una hora intempestiva y en caso de no haber aparecido hoy podría habernos cargado la habitación igualmente, ya que tiene los datos de la tarjeta, él se niega a atendernos ni a echarnos una mano en la búsqueda de un nuevo alojamiento. Ni diciéndole que vamos con un bebé cambia su estúpida actitud. Así que decidimos no perder más tiempo con semejante gilip... y nos centramos en encontrar un nuevo lugar para pasar la noche. Al segundo intento conseguimos dos cabañas a buen precio y la tensión del momento se relaja. A pesar de todo parece que la situación supera a Jorge que aun se pega un buen resbalón en la recepción y se le caen la mitad de los macarrones al escurrir la cazuela de la cena.
Por cierto, jamás vayáis al Åndalsnes Camping og Motell AS, unos impresentables y unos chulos prepotentes.
15 de Agosto: Después de la tormenta vuelve la calma
Día tranquilo por Alesund. Esta pequeña ciudad costera de apenas 23.000 habitantes, también conocida como la pequeña Bergen, es el lugar perfecto para pasar un día soleado callejeando. Subimos las 418 escaleras (más otras tantas de bajada) que ascienden hasta el mirador de Fjellstua, donde podemos contemplar una panorámica de la ciudad, los fiordos que la bordean, el mar y los muchísimos islotes que salpican sus aguas.
Paseamos por el puerto y el canal Brosundet, rodeado de edificios preciosos de estilo Art Noveau que hacen que Alesund se compare habitualmente con Bergen. Parada en la Iglesia de la ciudad, construida en piedra y con un interior digno de ver.
Continuamos nuestro camino hasta el alojamiento de hoy, una casa enorme a orillas de mar desde donde contemplamos nuestra visita de mañana: La Carretera del Atlántico.
Y para merendar... bocadillo de reno!!!
16 de Agosto: Aquí huele a muerto.. pues yo no he sido
Hoy ni esperando hasta las 11 para salir conseguimos librarnos de la niebla, así que los 8 km de asfalto y puentes que unen diferentes islotes, formando la denominada Carretera del Atlántico, los contemplamos con escasa visibilidad. Una pena, ya que se trata de una de las carreteras más bonitas del mundo según numerosas guías y revistas.
Continuamos nuestro camino hasta que de repente... se abre el cielo.
Ya con mejor tiempo nos detenemos en la iglesia de Kvermes, que no está prevista en la ruta pero que bien merece la pena el desvío y las 25 coronas que pagamos (por cierto, consejo para viajeros medianamente jóvenes, nosotros hemos colado la tarifa para estudiantes en toda Noruega sin que nos hayan pedido ni una sola vez el carnet que lo corrobore).
A la hora de comer decidimos investigar de donde viene la peste que inunda uno de los coches desde esta mañana. Por fin localizamos la Zona Cero: la maleta de Cristian, que o bien lleva un cadáver en descomposición o se le está pudriendo la ropa. Damos luz verde a la operación traslado del asiento de atrás al maletero.
A media tarde llegamos a Trondheim y visitamos (por fuera, que aquí todo cierra para las 16h-17h) la Catedral y el Palacio del Arzobispo. Paseamos hasta el puerto en busca de un restaurante que nos sirva algo de pescadito fresco, pero aquí en Agosto cierran muchos sitios. Continuamos nuestro periplo por el barrio de Brygge, con unas casa preciosas de madera construidas sobre el canal. Nos dejamos recomendar por la guía y cenamos en Baklandet Skydsstation, antigua cochera. Salmón y reno. Deliciosos.
17 de Agosto: Soy mineroooooo
Por la mañana visitamos (esta vez por dentro) la Catedral de Nidaros y el Palacio del Arzobispo. Para aquellos que les interese visitar ambas cosas es mejor sacarse la entrada combinada, que es más económica e incluye además la exposición de las joyas de la Corona. Por cierto, la Catedral es espectacular.
Nos desplazamos a Roros, pequeño pueblo minero Patrimonio de la Humanidad. Merece la pena el desvío de unas 2 horas de la carretera que nos lleva hasta Oslo, ya que es un pueblo precioso, sobre todo la zona donde residían los mineros, con casas de madera con el techo cubierto de hierba y plantas.
Tras unas cuantas vueltas por caminos de tierra encontramos la cabaña donde vamos a pasar la noche hoy, un lugar tranquilo y alejado de cualquier signo de civilización, con unas vistas increíbles del Parque Nacional de Rondane. Por cierto, una gran idea ponernos una cama elástica al lado de la cabaña :)
18 de Agosto: Ande vas?? Qué te vas a matar!!
Rodeados de patos y gallinas como hemos dormido, esto se veía venir...
De nuevo la lluvia hace acto de presencia. Parece que el tiempo tan estupendo que nos ha acompañado a lo largo de prácticamente todo el viaje nos está abandonando al final. Nos detenemos en algún mirador, pero apenas se ve nada de Rondane.
Ya estamos de regreso a Oslo para coger el avión que nos lleve de vuelta a España, y eso se empieza a notar en las conversaciones de los viajeros, que se dedican a recordar anécdotas y lo genial que ha sido el viaje.
Parada en Lillehammer, ciudad que albergó los Juegos Olímpicos de Invierno en 1994. Aunque no hay mucho que ver aquí merece la pena detenerse y subir a lo alto del trampolín de saltos de esquí, desde donde se contemplanuna vistas espectaculares del Lago Mjosa, y donde uno se da cuenta de lo locos que deben de estar los que practican este deporte, donde se lanzan por una cuesta hasta alcanzar los 85 km/h para volar unos 100m. La suerte nuevamente está de nuestro lado, y es que en el momento de nuestra visita un chico está entrenando los saltos. Absortos con la boca abierta, nos quedamos a admirar el espectáculo durante más de media hora.
Hoy dormimos en Hamar, subsede de los JJOO de 1994 y situada a orillas del Lago Mjosa.
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