Inglaterra 2018

Viaje de 10 días realizado en julio de 2018. 3 personas.
 
 
Desde las ciudades estudiantiles de Cambridge y Oxford, vamos combinando saltos en el tiempo por el sur de Inglaterra: Desde el Neolítico de la mágica Stonehenge, pasando por el medievo con el Castillo de Windsor, Salisbury y Wells, hasta la ciudad de Bath y el palacio de Highclere, con el aire propio de las épocas georgiana y victoriana, respectivamente.
 
Durante dos días nos adentramos en la zona de los Costswolds, visitando numerosos pueblecitos de casas de piedra en medio de un paisaje verde de cuento. Gloucester, Stratford y Warwick nos devuelven al pasado medieval de Inglaterra, 
 

26 de julio. Llegando al principio

Desde Bilbao volamos al aeropuerto de Londres-Stansted, donde cogemos el coche de alquiler que ha de acompañarnos los próximos días.

Ponemos rumbo a Cambridge, que será el punto de partida de nuestro viaje por Inglaterra, a donde llegamos a media tarde. Tras dejar las cosas en el apartamento, paseamos hasta el centro y callejeamos entre los principales Colleges de la ciudad. Como están a punto de cerrar decidimos no entrar en ninguno y dirigirnos por Bridge St hacia los Backs. Esta zona, situada al otro lado del río Cam, es la parte trasera de los Colleges. Aunque algunos están cerrados al público, se puede dar un agradable paseo por los enormes jardines a orillas del río. Sofía se lo pasa en grande corriendo a sus anchas detrás de los patos y saludando a los turistas que navegan en barca en una soleada tarde de verano.

Tras una parada para abastecernos, regresamos al apartamento con ganas de que llegue mañana para visitar esta preciosa ciudad.

27 de julio. La ciudad de los mil "Colleges"

Si por algo es conocido Cambridge es por su universidad fundada en el siglo XIII. Los numerosos y espectaculares Colleges que hay por toda la ciudad son residencias, pero también lugares de estudio y encuentro para los cerca de 20.000 estudiantes que viven aquí. Su espectacular historia hace que muchos de estos colegios sean auténticas maravillas arquitectónicas, además de haber sido el hogar de grandes figuras como Stephen Hawking, Alan Turing, Charles Darwing o Lord Byron, entre otros muchos.

Como visitarlos todos es imposible en el tiempo que tenemos, decidimos entrar en aquellos más recomendados por foros y guías. Así, empezamos el día con la visita al King's College y su espectacular capilla que nos deja con la boca abierta.

Continuamos con St John's College, con sus edificios estilo Tudor, la capilla con techo de madera y el archiconocido Puente de los Suspiros, construido a imitación del de Venecia.

Trinity College es otro de los colegios que queremos visitar pero nos lo encontramos cerrado por obras, así que decidimos comer y conducir hasta la vecina ciudad de Ely, para visitar la impresionante catedral.

28 de julio. Windsor, el chalé de la reina

A media mañana llegamos al castillo de Windsor donde... oh! ¿qué es toda esa gente? La madre de todas las filas nos está esperando. De hecho son dos filas que nacen en la entrada del castillo y rodean, cada una hacia un lado, buena parte de la muralla.

Nos ponemos al final de una y vamos avanzando muuuy lentamente, rodeados de tiendas de souvenirs que nos recuerdan la reciente boda del príncipe Harry. Al menos mientras tanto vemos desfilar a los soldados que van a hacer el cambio de guardia.

Tras dos horas de espera, entramos al enorme recinto, visitando los salones y apartamentos de la Reina, así como la Capilla de San Jorge.

Tras unas 3h de visita, continuamos el camino hasta Oxford, donde pasaremos las próximas dos noches.

28 de julio. Hogwarts? No, Oxford

El día amanece a todo llover, lo que estropea en parte nuestro primer paseo por Oxford. Decidimos empezar con visitas interiores con la esperanza de que amaine a lo largo del día, así que nos acercamos a la Bodleian Library, donde reservamos la visita que incluye: Divinity School, una impresionante sala medieval con majestuosos techos utilizada originariamente para realizar exámanes orales, Convocation House y Chancellor's House, dos espacios donde se reunía el organo legislativo de la Universidad (sí, tenía su propio tribunal), y la Biblioteca del Duque Humpfrey, una sala construida en el s.XVII que conserva numerosos libros de aquella época, un viaje en el tiempo que nos deja con la boca abierta. 

Tras acabar la visita, la lluvia parece que nos da un respiro, así que aprovechamos para perdernos por las calles de Oxford, desde la Radcliffe Camera, situada justo enfrente de la Bodleian Library, nos encaminamos hacia el Puente de los Suspiros y el Teatro Sheldonian, que visitamos desde fuera, callejeando sin rumbo fijo entre varios Colleges hasta la hora de comer.

Ya por la tarde visitamos Christ Church College, probablemente el más visitado de Oxford, con su preciosa Catedral, unida a un claustro medieval, y la soberbia escalera que da acceso al espectacular Salón, muy conocido por haber sido escenario de las películas de Harry Potter, pero que bien merece la pena pararse un rato a contemplar. Ya fuera, nos entretemos a recorrer los jardines del College.

Un último paseo por el centro de la ciudad nos sirve de despedida.

29 de julio. Un viaje en el tiempo

Comenzamos el día muy emocionados por las dos visitas que nos esperan hoy. La primera, a tan solo 45 minutos de Oxford, es el Castillo de Highclere, un lugar alucinante para unos fans de Downton Abbey como nosotros, pero aun si no has visto la serie es un sitio digno de ver, ya que esta espectacular mansión perfectamente conservada por dentro y por fuera, te transportará a la vida de la nobleza británica del s.XIX.

Recorremos las estancias una a una: la biblioteca, el gran salón, el comedor, el impresionante recibidor con su chimenea y la espectacular escalera que lleva al piso de arriba, donde se situan las habitaciones. Los inmensos jardines nos ocupan al menos 1 hora más, donde Sofía se lo pasa de lo lindo corriendo y jugando.

Tras comer, nos dirigimos a Stonehenge, monumento megalítico de finales del Neolítico. Paseamos alrededor de las enormes piedras, y nos sentamos a disfrutar de un lugar mágico y lleno de curiosidades.

Nos desplazamos hasta la vecina Salisbury. A estas horas de la tarde la Catedral está cerrada, pero como aun hay luz aprovechamos para dar un paseo por el centro de la ciudad. Merece la pena acercarse hasta Poultry Cross, que marca el lugar donde se situaba el antiguo mercado, o alguna de las puertas de la ciudad, como la Puerta Norte, pero lo ideal es dejarse llevar y perderse por cualquiera de las calles empedradas, y contemplar los numerosos edificios y locales de los s.XIV-XV.

30 de julio. El medievo inglés

El día comienza con la visita a la Catedral de Salisbury. Este edificio gótico datado en el s.XIII, tiene unas descomunales dimensiones de 142m de largo y 61m de ancho, y la aguja más alta de Inglaterra con 123m. En su interior, el  conserva la copia mejor conservada de la Carta Magna de 1215.

La Catedral está situada en medio de un parque, lo que nos permite dar una vuelta alrededor para contemplar los detalles de sus fachadas y admirar el imponente edificio desde varios puntos.

Desde aquí nos desplazamos a Wells, que debe su nombre a los pozos que hay en esta pequeña ciudad medieval. La suerte nos sonríe y encontramos aparcamiento justo al lado de la Catedral, que junto al Palacio del Obispo, son los dos monumentos principales de Wells.

Lo primero que nos llama la atención de la Catedral es la preciosa fachada, llena de figuras, y las enormes dimensiones de un edificio que parece desproporcionado para una ciudad que apenas supera los 10.000 habitantes. En el interior podemos disfrutar del precioso coro, mezcla de piedra y madera con escudos nobiliarios, y las vidrieras originales perfectamente conservadas.

Tras pasar una puerta medieval de la antigua muralla de Wells, llegamos al Palacio del Obispo, rodeado de un foso y con su propia muralla. Decidimos no entrar a las estancias que aun quedan en pie y dar un agradable paseo por los jardines y alrededores de las murallas, siguiendo el foso lleno de cisnes y patos.

Para terminar nuestra visita a Wells, nos aceramos hasta Vicar's Close, un precioso rincón que presume de ser la calle residencial más antigua de Europa, que conserva los edificios originales e intactos desde 1348.

Al volver al coche nos encontramos la desagradable sorpresa de una multa por haber aparcado indevidamente, y es que aunque aparentemente no había ninguna señal ni línea pintada en el suelo de otro color, buscando, al final de la calle, sí que había un minúsculo rótulo apenas más grande que una mano que avisaba de que la zona era de pago. Ouch!

Nos dirigimos a Bath donde llegamos a última hora de la tarde tras un día bastante completo.

31 de julio. Bath

Si por algo es conocido Bath es, como su nombre indica, por sus baños termales. Fundada por los romanos precisamente como un complejo termal, vivió su gran explendor en el s. XVIII debido a la multitud de visitantes que acudían a Bath en busca de las propiedades sanadoras de sus aguas. Esta época es la que va a marcar la arquitectura y aspecto de la ciudad actual, que por cierto es Patrimonio de la humanidad.

Empezamos el día visitando las Termas Romanas, donde podemos ver todo el sistema de canalizaciones, las diferentes salas y el gran baño, la impresionante piscina de color verde rodeada de columnas. Hacemos todo el recorrido que incluye un museo de piezas y mosaicos encontrados en la zona.

A continuación nos acercamos a Abbey Bath, una bonita iglesia anglicana situada justo al lado de las termas. Paseamos por el centro de la ciudad, disfrutando del bullicioso ambiente y los músicos callejeros, hasta llegar al puente Pulteney. Situado sobre el río Avon, justo enfrente de una serie de saltos, es una de las imágenes icónicas de Bath y uno de los pocos puentes del mundo que tiene casas y comercios encima.

Cruzamos al otro lado del río para tener otra panorámica, y regresamos sobre nuestros pasos para acercarnos por Milsom St., una de las calles comerciales más importantes de la ciudad, hasta The Circus. Esta plaza circular de estilo georgiano es fiel reflejo de la arquitectura que imprime su carácter a Bath. Igual que Royel Crescent, siguiente parada en nuestra visita.

Como muchos de los habitantes de Bath, decidimos sentarnos a descansar en la enorme explanada de césped situada justo enfrente, disfrutando de una soleada tarde. Tras cargar las pilas nos adentramos en el Royal Victoria Park, dejándonos llevar por los caminos llenos de flores y árboles.

Regresamos hacia la zona de Westgate St., donde hay bastante ambiente a estas horas, para cenar en alguno de los numerosos bares y restaurantes del centro. 

1 de agosto. Los Costswolds (Parte 1)

Salimos de Bath rumbo a los Costswolds, una pequeña zona llena de colinas, praderas y preciosos pueblos. Como verlos todos hemos hecho una selección en base a varios blogs y webs que hemos leído. La mayoría son pueblos muy pequeños donde lo mejor es dejarse llevar y disfrutar de la atmósfera y la tranquilidad.

La primera parada es Lacock, donde damos un pequeño paseo hasta la iglesia y nos acercamos hasta la abadía, a la que no entramos ya que no abre hasta las 10.00 y no queremos entretenernos demasiado, ya que todavía nos queda mucho día por delante. A continuación conducimos hasta Castle Combe, probablemente uno de los pueblos más bonitos que visitamos. Aparcamos en las afueras, en la parte alta del pueblo, y caminamos por la calle principal, que es una delicia, entre casas de piedra. Desde la cruz del mercado, justo al lado de la iglesia, continuamos hasta el río y su coqueto puente. Regresamos sobre nuestros pasos y callejeamos un poco antes de volver al coche.

Seguimos hasta Tetbury, un pueblo algo más grande y donde aprovechamos para comer (aquí nos dejamos la guía de viaje, pero eso no lo sabremos hasta la noche). Aquí cabe destacar el Mercado, sostenido sobre varias columnas, la iglesia, y Chipping Steps, una de las calles más bonitas y conocidas de Tetbury.

En Painswick visitamos la iglesia, rodeada del parque de los 99 árboles, del que dicen que cuando se plantaba el número 100 éste moría al poco tiempo. Damos un breve paseo por algunas de sus calles y continuamos nuestro camino.

Conduciendo por estrechas carreteras entre inmensos campos verdes, no podemos más que pararnos varias veces a disfrutar del paisaje y hacer fotos. Así, a media tarde llegamos Gloucester, que aunque no está propiamente en los Costswolds nos servirá de base de operaciones. Nuestro apartamento está muy céntrico, así que dejamos las cosas y nos vamos a visitar la Catedral. 

La Catedral de Gloucester ya es una maravilla por fuera, con su torre y su portada sur. Y dentro, las capillas y el altar mayor, con sus interminables vidrieras que se estiran hacia el techo abovedado, son una delicia. Pero lo que realmente nos deja sin aliento es el espectacular claustro. Utilizado en algunas escenas de Harry Potter, sus vidrieras y bóvedas en forma de abanico, hacen de este lugar una maravilla para la vista.

Como ya es hora de cenar, nos acercamos hasta el puerto (The Docks), donde los antiguos astilleros se han reconvertido en un centro de ocio con tiendas y restaurantes de todos los gustos.

2 de agosto. Los Costswolds (Parte 2)

Regresamos a nuestro periplo por los Costswolds, empezando el día con la visita a Bibury. En este pueblo sobre todo cabe destacar Arlington Row, una pintoresca calle con casas de piedra en medio de la campiña, que parece sacada de un cuento.

Seguimos la ruta hasta Lower Slaughter, un precioso pueblo (otro más) cuyas casas se articulan alrededor de un pequeño río lleno de patos. Caminamos hasta el molino de agua cruzando varias veces de un margen a otro por los numerosos puentecillos.

Continuamos haciendo una breve parada en el vecino Upper Slaughter, situado apenas a 2km. Nos acercamos hasta la iglesia de St Peters y bajamos hasta el río, antes de continuar rumbo a Chipping Campden, donde comemos. Caminamos por High St, la calle principal del pueblo, llena de tiendas, bares y restaurantes. Aquí podemos ver el Market Hall y la iglesia de St James. Pero si esta parte del pueblo es bonita, lo que desde luego nos maravilla son los impresionantes casones con techos de paja situados justo en la otra punta de Chipping Campden, siguiendo la B4081. 

Rodeado de colinas y un poco en medio de la nada, encontramos Snowshill. Un pequeño pueblo de casas desperdigadas cuyo centro es la iglesia y el cementerio. En una absoluta soledad damos un tranquilo paseo entre las casas, disfrutando de las vistas.

Aunque teníamos más pueblos en la lista para ver (Broadway o Winchcombe), la suma de kilómetros del día y que ya es media tarde, nos hace tomar la decisión de regresar ya a Gloucester, donde repetimos nuestro agradable paseo del día anterior hasta The Docks, donde cenamos en un Restaurante griego.

3 de agosto. La cuna de Shakespeare

Hoy visitaremos Stratford-upon-avon, la ciudad donde nació y creció el dramaturgo inglés más conocido en el mundo entero: Wiliam Shakespeare. De hecho, la ciudad entera es un museo dedicado al escritor, lo que puede hasta saturar un poco: que si la casa donde nació, la casa donde vivió su hija, la casa de su mujer, la de su madre, la granja donde nació su padre... Todo lo que tiene algo de relación con Shakespeare se puede visitar, previo pago.

Decidimos empezar la visita con la casa-museo donde nació. La primera parte del museo es un edificio moderno donde hay una exposición con gran cantidad de información sobre su vida y la sociedad de la época, y luego pasamos a la casa original, conservada intacta desde el s.XVI.

El resto de la mañana la empleamos en pasear por el centro de la ciudad, que contienen numerosas casas de estilo Tudor bastante bien conservadas. Nuestros pasos nos llevan hasta Holy Trinity Church, la iglesia donde fue bautizado y también está enterrado Shakespeare.

Nos despedimos de Stratford para dirigirnos a Warwick, donde haremos noche. Aprovechamos que aun queda mucha tarde para acercarnos a Lord Leicester Hospital, que pese a su nombre nunca ha sido utilizado como hospital. Esta serie de edificios perfectamente conservados desde la época medieval, se utiliza actualmente como organización benéfica.

Paseando llegamos a la iglesia de St. Mary, que está cerrada, y a Castle Hill, que vemos por fuera. Nos dirigimos al Puente del Castillo, sobre el río Avon, desde el que tenemos unas preciosas vistas del imponente castillo que visitaremos mañana.

El resto del día lo pasamos en el parque St Nicholas. Sentados a la orilla del río, viendo las barcas pasar, rodeados de flores y árboles, disfrutamos de la soleada tarde. Y hasta le damos la alegría a Sofía de poder jugar un buen rato en los columpios.

4 de agosto. Un Castillo no... EL Castillo

Si por algo es conocido Warwick es por su impresionante Castillo. Una maravilla muy bien conservada, y también en parte  restaurada, que se ha convertido en todo un parque de atracciones medieval con actividades para todas las edades, y que combina a la perfección la visita al castillo (murallas, salones y estancias, capilla, mazmorras...) con exposiciones y actividades más lúdicas, como espectáculos de aves rapaces, lanzamiento con arco, justas...
 
 
Pasamos toda la mañana en el castillo y después de comer ponemos rumbo a Londres. Una situación personal nos hace volver precipitadamente a España y poner punto final al viaje.

Lo que nos quedó

La idea era haber seguido hacia el norte de Gales para visitar el castillo normando de Conwy y el Parque Nacional de Snowdonia. De allí nos habríamos dirigido hacia Liverpool, haciendo antes una parada en Chester. El Parque de Peak District y Manchester hubiesen puesto punto final a este viaje por el sur y centro de Inglaterra.

Dicen que siempre hay que dejarse algo que ver, para tener una excusa para regresar y volver a viajar. En nuestro caso tenemos esto y mucho más pendiente de un país precioso y variado, con mucha historia y naturaleza por descubrir.