EEUU: De costa a costa. 2009

 Viaje realizado en Agosto de 2009.

8 personas recorriendo los 9.303 km que separan la costa atlántica de EEUU y el Pacífico. Partiendo de Nueva York, llegamos a San Francisco pasando por Philadelphia, Washington, Chicago, Monte Rushmore, Yellowstone, Arches, Canyonlands, Bryce Canyon, Zion, Antelope Canyon, Grand Canyon, Las Vegas, Los Ángeles y Yosemite.

¿Quién es quién?

 

Adrián                   Ana                   Ángela                Cristian

           

 

Fran              Javier                   Jorge                 Tamara

            

 

30 de Julio: Nuestro viaje... y el de Javi

Una vez reunidos los 8 nos disponemos a salir de Madrid en lo que pensábamos iba a ser un apacible vuelo, pero nada más lejos de la realidad. La facturación nos obligan a hacerla por separado, y es entonces cuando nos damos cuenta de que no tenemos hecha la conexión de los vuelos de Madrid-Boston y Boston-Nueva York, que los datos del billete de Javi son los de Jorge y que nos tenemos que sentar separados, a lo que hay que sumar que a Javi y Cristian no les han dado el billete del segundo vuelo.

Una vez solucionados esos contratiempos volamos 8h hasta Boston, donde un problema de entendimiento entre Javi y el policía de la aduana manda al primero al control de pasaportes. La intervención del resto y el buen hacer de un policía evitan males mayores relacionados con los guantes de látex de la habitación contigua. Ángela decide entonces animar a un pobre transeúnte con su voz (pensando que es Jorge), así que se acerca con disimulo y le susurra al oído la canción de New York, New York, de Frank Sinatra, con el susto correspondiente al darse cuenta de que es un desconocido. Al final, con un poco más de apuro del esperado, cogemos el microavión que nos lleva hasta NY.

Una vez allí nos encontramos la última sorpresa del viaje, y es que 6 de las 12 maletas que viajaban con nosotros no están. Tras muchas protestas nos vamos al hotel, eso sí, sin las maletas de Tamara, Ana, Cristian y Javi, que se llevan a cambio un bonito neceser.

Hartos de tanta aventura decidimos no complicarnos más la vida y nos montamos en la furgo de un tipo muy parecido a M.A.Barracus.

31 de Julio: New York

La sonrisa picarona de Cristian nos da a entender que tiene ganas de empezar a ver cosas, pero no es eso lo único que le alegra esta mañana, y es que las dos compañeras de habitación nudistas tienen parte de la culpa por ese despertar tan eufórico... pong!!!

El día amanece chispeando, pero parece que mejora mientras nos acercamos a coger el ferry de Staten Island. Tras sudar de lo lindo en el metro nos montamos en el ferry para poder ver una panorámica de los rascacielos de NY y la estatua de la libertad.

Tras un paseo por Battery Park y callejeando un poco, llegamos al World Trade Center donde, cual jubilados, podemos observar como van las obras de lo que antes eran las torres gemelas. Después de visitar Trinity Church, bajamos por Wall Street para comprobar como van nuestras acciones.

Así, llegamos a South Seeport. El antiguo puerto de NY, ahora convertido en zona de tiendas y restaurantes, nos ofrece unas vistas impresionantes del puente de Brooklyn. Sin embargo, el intento de cruzar el puente no nos depara más que un cambio de tiempo brutal. La tormenta veraniega provoca momentos muy divertidos como el del gusano/dragón, o una versión de bailando bajo la lluvia protagonizada por Cristian y Tamara.

Al regresar al hostal nos reencontramos con la maletas perdidas (las apuestas sobre si iban a estar o no estaban 4 a 4).

1 de Agosto: Qué coño es el skyline?

Tras media hora buscando nuestra línea de metro cogemos el que nos lleva a Times Square, para darnos cuenta más tarde de que estaba a 15 minutos andando de nuestro hostal. Después de dar una vuelta por la archiconocida plaza, llena de carteles y luminosos gigantescos, seguimos nuestro paseo por una calle abarrotada de tiendas y puestecillos que nos conducen, sin saberlo, de vuelta al hostal. Otra vez a coger el metro!!

 Llegamos al Empire State Building y callejeamos por la Quinta Avenida visitando la zona de rascacielos. El edificio de la plancha (Flatiron), la biblioteca pública, la estación central, el Chrysler Building, el Rockerfeller Centre, St. Patricks, la torre Trump... 

Nos fotografiamos con un negro cachas que hace la veces de maniquí para chicas babosas... nosostros no íbamos a ser menos.

Negociamos con un bielorruso 8 bicis para dar una vuelta por Central Park (se puede y debe regatear), por donde paseamos junto a un patinador bailón y mucha gente corriendo o en bici. Ya al final de nuestro tour nos encontramos un grupo de frikis y cachas patinando y bailando al "ritmo" de una música setentera. Muy divertido.

Tras 2h de diversión, o eterno sufrimiento según a quien se pregunte, devolvemos nuestras bicis y nos acercamos al Rockefeller Centre para subir al mirador del piso 74, también conocido como Top of the Rock, en busca del Skyline de NY. Nos quedamos a ver el atardecer y el contraste de la ciudad de día y de noche. Aquí Tamara descubre por fin qué significa Skyline.

Paseamos por Times Square de noche para poder ver todo iluminado. Volvemos al hostal tras una paliza de cuidado y de camino nos encontramos el rodaje e una peli.

 

2 de Agosto: El diluvio

Amanece chispeando y poco a poco se va animando hasta convertirse en una tormenta veraniega, alcanzando su punto álgido cuando estamos en la cola para entrar a una misa góspel en la Abbisinian Baptist Church, en el barrío de Harlem. Tras media hora calándonos, y ante ninguna perspectiva de que fuésemos a entrar ya que el templo está abarrotado, decidimos buscar otra iglesia. El borracho del barrío nos ofrece información a cambio de una propinilla (que esquivamos haciéndonos los locos). Tras escuchar que la siguiente misa góspel es dentro de 1h30 y viendo que no para de llover, pensamos que es mejor desistir.

Nos perdemos por enésima vez en el metro camino a Chinatown, pero no nos sale mal la jugada porque mientras deja de llover. Paseamos por el barrío chino en busca de alguna ganga, y de ahí vamos para Little Italy. Muertos de hambre almorzamos en un Subway donde descubrimos el súper-cipote (gran bocadillo de albóndigas que ocupará nuestros sueños desde ahora).

Vuelve a llover a mares pero aun así decidimos ir al Soho. Después de una vuelta más breve de lo que nos hubiese gustado, calados, volvemos al hostal para secarnos y comer. A media tarde sale por fin el sol y podemos retomar el día.

 Volvemos a Times Square para ver si podemos comprar unas entradas a buen precio para un musical de Broadway. Ana, Ángela, Tamara, Cristian, Fran y Jorge van a ver El Vengador Tóxico, musical muy divertido sobre un monstruo de Nueva Jersey que quiere limpiar su ciudad de residuos. Mientras, Adrián y Javi visitan un museo de frikadas, donde hasta pudieron... meter la cabeza en un váter!!!

 Una visita nocturna a Brooklyn nos permite despedirnos de Nueva York con una bonita vista del skyline iluminado. En el metro de vuelta Jorge se duerme y en un frenazo casi aparece dos vagones más allá.

3 de Agosto - Comienza la carretera

 Tras una hora en la oficina de alquiler de coches por fin nos dan los dos compañeros de viaje que nos faltan: un chevrolet y un hyundai accent.

Salimos de Nueva York camino de Philadelphia, donde visitamos Independence Hall, edificio del s. XVIII donde se aprobó la Declaración de independencia de los EEUU, y la campana de la libertad, situada actualmente en un edificio anexo y que en su día sirvió para convocar a los ciudadanos a la primera lectura de la Declaración.

Un paseo por el centro de Philadelphia nos descubre las calles más antiguas de EEUU.

Continuamos el viaje hacia Washington. Como es ya tarde y no encontramos ningún restaurante por la zona del hotel, cenamos en un supermercado que cobra a peso y que en teoría nos saldría por unos 8$ cada uno, pero como somos unos gordos nos sale por 12$. Una visita nocturna al Mall cierra el primer día de carretera.

4 de Agosto - Obama estas ahi?

Definitivamente, el metro de Washington es mil veces más fácil de comprender que el de NY. Así llegamos hasta el Capitolio, en lo que de momento ha sido la única visita gratuita en EEUU. Este impresionante edificio, que contiene la Cámara de Representantes y el Senado, es una de las principales atracciones de la ciudad.

Con un sol de justicia, y sin apenas sombras donde refugiarnos, nos torramos paseando por el Mall, el inmenso parque que acoge los principales monumentos y edificios de Washington. A mitad del mismo se encuentran el obelisco y la Casa Blanca. Llamamos a Obama desde la verja pero no está en casa (o su mujer no le deja bajar a tomarse unas cañas con nosotros).

Por último visitamos el monumento a Lincoln, el de Korea y el de Vietnam.

 Antes de salir de la ciudad compramos unos walkie-talkies para comunicarnos entre los coches y partimos con intención de hacer algo del largo camino que nos espera hasta Chicago. Durante la cena Adrián se da a la bebida... del Dr. Pepper (bebida adictiva de cola con cereza que una vez la pruebas, todo sabe a lo mismo). Paramos en un camping 2h y media después. Como ya es de noche y no hay nadie en la recepción decidimos acampar en una parcela libre y dejar una nota en la oficina, mañana ya les contaremos la película y haremos cuentas.

5 de Agosto - Road trip

 

Tras barajar la opción de hacer un sinpa, ya que los dueños del camping no se han percatado de nuestra presencia, decidimos ser honrados (en realidad Adrián no nos deja marchar porque en la nota que dejamos la noche anteríor estaban sus datos) y les contamos lo que pasó anoche.

Día de carretera hacia Chicago con tortura incluida del disco de Camela de Fran. A medida que nos adentramos en la América profunda las cosas son más baratas y la gente se parece más a lo que vemos en las películas.

 Guiados por Adrián, entramos a Chicago de noche después de dar un par de vueltas a través de un polígono y los barríos más marginales de la ciudad. Un conductor se lleva las manos a la cabeza tras el intento de una de nuestras maniobras suicidas (pirula en toda regla). Tenemos que cenar en un 7 eleven porque aquí todo cierra a las 23.00h.

6 de Agosto - Tamara nos guia por Chicago

Amanecemos a las 6.30h gracias a que Tamara aun no ha cambiado la hora del despertador (en Chicago hay una hora menos que en la costa este).

Paseamos en por el Loop, el distrito financiero de Chicago que acoge los principales rascacielos de la ciudad, mientras Tamara nos lee la historia de la ciudad que ha sacado de internet y cuya traducción nos provoca más de una carcajada. Tras un rato buscando la Sears Tower, el edificio más alto de EEUU, una señora sorprendida por nuestra pregunta nos indica que estamos en la puerta. Resulta que ahora se llama Willis Tower (punto para Tamara porque en la guía lo pone).

Cogemos un taxi acuático que nos lleva por el río viendo los rascacielos de la ciudad. 

Continuamos a pie en búsqueda de la Holy Name Cathedral que resulta estar en obras, así que no podemos visitarla. Callejeando, un mendigo nos pide dinero mientras su compañera nos habla en un extraño dialecto parecido al que habla el diablo de Tasmania (sacando la lengua y todo).

Visitamos el edificio Hankock y la Torre del agua, construida en el s. XIX para extraer agua del Río Michigan y que actualmente es una galería de arte.

Paseamos hasta el Millenum Park, parque céntrico con estatuas muy curiosas, como una gota de agua gigante que refleja la imagen de los rascacielos que la rodean y los transeúntes que pasan por allí, una fuente con pantallas que exponen caras de gente de Chicago... y un auditorío al aire libre que ofrece un concierto gratuito. Nos tumbamos un rato a descansar y nos vamos al hostal a comer y echarnos la siesta para recuperar la hora que nos ha quitado Tamara por la mañana.

Javi para despejarse de la siesta decide bañarse en la fuente de las caras, así que todos menos él, que tiene que secarse la ropa, visitamos el museo de arte de Chicago (que es gratis a partir de las 17.00h).

Paseamos por el puerto hasta el planetarío más grande del mundo (según la guía, porque nada más lejos de la realidad) pero resulta que está cerrado. Según Tamara abría a las 18.00h... pero resulta que esa es la hora a la que cierra.

Desde aquí se tienen unas vistas preciosas de la Chicago, así que nos sentamos a ver el atardecer.

Al volver intentamos parar un tranvía que resulta estar lleno de unas locas que están de despedida de soltera. Baja la homenajeada a saludarnos pero echamos a correr porque nuestro bus se estaba marchando. Al subir, el conductor nos dice que no nos puede vender los “transfers” necesaríos para poder coger el otro bus que nos debería llevar al Navy Pier, así que tendremos que pagar el billete en los dos. Nos pide 18$ por los 8, y metemos 20$ en la máquina. Entonces nos informa de que la máquina no da cambio. Le llamamos de todo en español y Tamara monta en cólera. El autobusero llama a Jorge y le explica que a cambio sí que nos va a dar los “transfers” (ahora sí que puede venderlos) y que si su hermana quiere se puede quejar. Tamara aun sigue un rato jurando en arameo.

Llegamos al Navy Pier, una especie de puerto con atracciones que justo están cerrando. Decidimos volver al hostal y concluir un día intenso, no sin antes cenar en un subway y pedirnos un súper-cipote. Se cae un mito, no era para tanto.

7 de Agosto - No tendras un cigarrin?

Poco destacable de este día en el que la conducción ocupa la mayoría de la jornada. Paramos a almorzar unos tacos en un bar de carretera que parece sacado de una película y en el que nos piden los carnets para poder entrar.

A Javi le tima un yonky que le ofrece 20c por un cigarro que luego no le paga. Paramos a las 00.30h de la noche a dormir tras 1.200km. Como el camping es muy caro decidimos buscar un motel sacado de una peli y meternos a dormir los 8 en una habitación doble.

8 de Agosto - Cumpleaños, oeste y Rushmore

Amanece con sorpresa incluida para Ángela. Con motivo de su cumpleaños improvisamos con lo que tenemos para que tenga un gofre de cumpleaños, una vela para que sople y algún que otro regalo.

Salimos dirección al Monte Rushmore y en el camino vemos unos carteles que nos anuncian la presencia de un pueblo ambientado en 1880. Decidimos parar y la verdad es que la decisión no puede ser más acertada. Un pueblo del oeste con iglesia, barbería, cuadras... y por supuesto un saloon, donde podemos disfrutar de buena música country a cargo de los hermanos McNasty. Al final de la actuación decidimos hacernos  una foto en el escenarío y Jorge habla un poco por el micrófono. Uno de los hermanos McNasty nos apunta con una pistola y uno a uno, nos hace subir a los 5 chicos para que toquemos una canción ataviados con ropas del oeste que nos prestan para la ocasión. El problema es que no tiene suficientes gorros, así que Javi se tiene que conformar con uno de vikingo, lo que da al grupo un aire de comparsa del carnaval de Cádiz (mejor ver foto adjunta).

Continuamos la marcha hasta llegar al Monte Rushmore, donde podemos disfrutar de unas vistas espectaculares de las caras de Washington, Jefferson, Roosvelt y Lincoln, talladas en esta enorme montaña de granito. Un paseo por un sendero de 1km nos da otro ángulo de las impresionantes esculturas de 18m. En el mismo lugar hay un museo donde se pueden ver fotografías de cómo se hicieron las tallas y las herramientas y técnicas que utilizaron.

Retomamos el camino cuando comienza a diluviar hasta el punto de que tenemos que parar el coche porque no se puede ver. Llegamos a altas horas de la noche a Sheridan, una pequeña ciudad donde repetimos la operación de meternos 8 en una habitación (esta vez triple).

9 de Agosto - Otro cumple, cowboys y algo de terror

Celebramos otro cumple, esta vez el de Ana, que también recibe un patito de Chicago y una tarjeta como regalo, además de una copa de parte de Fran.

 Abandonamos por fin la interestatal 90, que nos ha acompañado desde Chicago, y comenzamos a adentrarnos en la América profunda a través de  carreteras más secundarias. Así llegamos a Cody, pueblo de unos 8.000 habitantes y hogar de Buffalo Bill, por cuyas calles pasean cowboys con sombrero y botas. Nos entra la curíosidad y visitamos una tienda de ropa de cowboy, donde nos enteramos de que esa misma tarde hay un rodeo en la ciudad. Tras mucho pensarlo y barajar todas nuestras opciones decidimos tirar hacia Yellowstone muy a nuestro pesar, ya que si nos quedamos nos perderíamos la mitad del parque.

Atravesamos el parque en busca de un camping donde pasar la noche, pero todo está completo así que salimos por la puerta norte. En un motel nos informan de que los alojamientos de toda la ciudad están completos, pero nos recomiendan ir un poco más adelante a otro hotel. Se trata de un rancho en medio de la nada, que en la oscuridad aun parece más tétrico. Un hombrecillo con bigote nos recibe y nos conduce a una habitación, pasando por una estancia amplia que, por la decoración, nos da la impresión que sirve para algún tipo de celebración (alguno opina que allí se graba porno). Algún crucifijo, cuadros de Jesús en la cocina y estatuas de la Virgen María no hacen sino sembrar más dudas sobre el uso de la casa donde nos alojamos. Al final se desvela el misterío cuando nos encontramos una postal donde se ve la habitación anteríormente mencionada toda decorada, y donde puede leerse “retiro espiritual”. Nos vamos a la cama entre bromas pero con un ojo alerta ya que nuestra habitación alberga misterios como las 5 puertas que esconden, además de el baño y la entrada, una sala con una camilla de masajes, una salita con una campana extractora y una sala con unas escaleras que suben al techo y mueren allí. Cuando se apagan las luces Jorge se alumbra la cara y Fran se caga, literalmente, de miedo.

10 de Agosto - Uy!! perdon

Entramos de nuevo en el Parque y nos informamos en el Centro de visitantes sobre las cosas más importantes que ver en Yellowstone.

Desde Mammoth Hot Springs, y pasando por las zonas de Norris y Madison, visitamos terrazas donde salen aguas termales, pozas de mil colores según los minerales y las bacterias que contienen, geiseres, fumarolas, cataratas... Auténticos regalos de la naturaleza.

En una parada técnica para ir al baño, Cristian decide ignorar la cola y meterse en uno de los inodoros donde se encuentra a una señora de taitantos años haciendo unas gestiones. Tras el consiguiente grito de la señora y el rubor de Cristian le llega el turno a Fran, que se mete al baño sin cerrar la puerta y recibe la visita de una niña, que horrorizada al contemplar semejante visión, sale corriendo y llorando a resguardarse en los brazos de su hermano que no logra consolarla. Pobrecilla.

Para finalizar el día asistimos a la erupción del Old Faithful, un geiser de aproximadamente 100 pies de altura.

Acampamos a orillas del lago Yellowstone y alguno teme los posibles ataques de los osos, hasta el punto que Cristian decide quitarse el gorro de castor que llevaba puesto por si acaso un oso lo confunde con algún animalito. Recibimos la visita del frío.

11 de Agosto - Sal ratita... quiero verte la colita

 Abandonamos Yellowstone por el sur atravesando el parque del Gran Teton (no nos hemos inventado el nombre), donde podemos ver magnificas vistas de montañas nevadas reflejadas en lagos y prados verdes.

 Continuamos el viaje hacia el sur atravesando el estado de Idaho y entrando en Utah.

Una parada técnica en una gasolinera nos deja el momento del día. Adrián sale del baño con cara entre sorpresa y enfado. Nos cuenta que al ir a coger el papel del baño ha descubierto un agujero donde estaba observándole un hombrecillo desde el váter de al lado. Esperamos a que salga y podemos comprobar que se trata de un maromo alto y rubio que no parece encontrarse en sus cabales. Ahora la imagen de Adri plantando un pino le acompañará en las solitarias noches de invierno.

Acampamos en Moab ya de noche.

12 de Agosto - Cambio de dieta

 Día entero en Arches Park, acompañados de un calor sofocante por la mañana, que por suerte va a menos a medida que avanza el día.

 Paseamos por cañones desérticos viendo montañas, piedras colgantes y arcos de roca, como el Double Arch, el Landscape Arch o el precioso Delicate Arch. Largas caminatas nos ofrecen vistas espectaculares pero nos dejan agotados. Javi escala un poco por las rocas, y Fran y Jorge lo intentan con menos suerte, aunque el photoshop hará maravillas con esas fotos.

Regresamos al camping para disfrutar de la piscina y el jacuzzi, y decidimos darnos un homenaje a base de pasta en un restaurante italiano... muerte a la hamburguesa!!!

 

13 de Agosto - Hello family

Intentamos hacer rafting por el río Colorado con alguna de las empresas de aventura que hay en Moab pero la amenaza de lluvia nos chafa los planes. Por el camino conocemos a unas chicas de Bilbao que están haciendo un viaje parecido al nuestro. Desde ese momento aparece una extraña sonrisa en el rostro de Cristian que no desaparece en todo el día.

Visitamos Canyonlands, parque lleno de cañones impresionantes y que poca gente visita, así que paseamos por los caminos prácticamente sin encontrarnos a nadie, lo que hace el día doblemente bueno.

   De vuelta al camping repetimos el circuito piscina-jacuzzi y recibimos la visita de los padres y tíos de Tamara y Jorge, que están pasando sus vacaciones por la costa Oeste de EEUU. Nos ponemos al día cenando todos juntos e intercambiando información de los parques visitados. Aunque parezca mentira, primera cerveza en los Estados Unidos... ay omá que rica!!!

14 de Agosto - Timo en el rodeo

Recorremos la distancia que nos separa del Bryce Canyon para visitar este espectacular parque con extrañas formaciones rocosas. 

Recorremos el Sendero del Navajo para ver el interior del cañón, donde Javi intenta sin suerte hacer una foto muy chula sin gente. Al ver que oleadas de turistas se plantaban delante suyo, decide estropear sus fotos poniéndose él delante rascándose el culo.

Varios miradores nos ofrecen buenas vistas del conjunto y algún arco de piedra.

 En el camping nos informan de la celebración de un rodeo en un rancho cercano así que decidimos ir, ya que nos quedamos con las ganas días atrás en Cody. El rodeo comienza con niños montados en ovejas que arrancan las risas del público. Lo que en principio pensamos que es algo divertido para animar al publico pronto se transforma en un circo, ya que en todo el rodeo no sale ni un solo adulto. 1 hora de niños montado en vaquillas, con la participación de niños del público persiguiendo animalitos, acaban con nuestra paciencia. Decidimos no esperar a que acabe para protestar y pedir que nos devuelvan el dinero, ya que nos habían vendido un rodeo típico americano y habíamos presenciado un rodeo infantil. Es entonces cuando comienza el auténtico circo. Las chicas de la taquilla, acompañadas de un vaquero de medio pelo que se autodenomina manager del truño que acabamos de presenciar, se niegan a devolvernos la entrada justificándose con que en ningún sitio pone que es profesional, y que Bryce Canyon Country Rodeo significa que es el rodeo infantil de Bryce Canyon. Tras un rato discutiendo decidimos ir a protestar a la oficina del rodeo del camping donde nos informaron del evento. De ahí nos mandan a poner una queja oficial al hotel del mismo nombre, donde se desentienden de todo diciendo que no tienen nada que ver con el rodeo. Después de mucho insistir aparece el encargado que se inventa que precisamente hoy es el día de los niños y que por supuesto no tienen por qué avisarlo. Al final le pedimos el libro de reclamaciones y nos da dos folios en blanco para que escribamos nuestras quejas. Como eso no nos convence nos saca dos folios con el membrete del hotel alegando que no tiene otra cosa. Como no hay nada que hacer y llevamos 2h perdidas, decidimos mandarlos a visitar el lugar donde amargan los pepinos y nos marchamos de allí llevándonos todos los folletos y carteles que anuncian el rodeo, que a partir de entonces lo harán en la basura.

Imagen de los 8 tras tanta protesta.

15 de Agosto - La furia del pavo asesino

Por fin encontramos una autentica tasca de carretera y paramos a tomar un genuino desayuno americano a base de huevos fritos, bacon, hamburguesa y patatas.

Día en el parque nacional Zion, lleno de gargantas y ríos que recortan cañones espectaculares. Caminamos durante cerca de 2h por un río con el agua hasta la cintura (algunos algo más) para ver los Narrows, cañón estrecho de paredes verticales de unos 200 metros. Chulísimo.

A la hora de comer, un pavo asesino hace huir a Fran aterrado por tanta pluma.

Imagen de archivo del pavo. Aun esta en busca y captura.

Recorremos un sendero hasta un mirador para ver el atardecer sobre el cañón.

 

16 de Agosto - Antelope Canyon

Entramos en el desierto de Arizona haciendo parada en Page, pequeña ciudad del norte del estado, donde visitamos el Antelope Canyon acompañados de un guía navajo que contratamos en una agencia local. El cañón, formado por la erosión del agua de un antiguo río sobre la arena y la roca, nos deja simplemente sin palabras.

Continuamos el viaje viendo la herradura que forma el río Colorado al sur de la Page y nos desviamos para ver atardecer en el puente navajo construido sobre el río. 

Dormimos en una suite los 8 metidos (para no perder la costumbre y la media de dinero gastado por noche).

 

17 de Agosto - El Gran Cañon

Nos adentramos en el Gran Cañón por el este, deteniéndonos en cada mirador para apreciar distintos puntos de vista del cañón.

Mientras comemos vemos al doble idéntico de Mario Bross. Tamara se queda dormida sobre la mesa y los demás decidimos cambiarnos de mesa y dejarla sola mientras algunos turistas curiosos le sacan fotos.

 Nos quedamos a ver atardecer, y decidimos no quedarnos a dormir (pese a tener sitio reservado) para llegar esa misma noche a Las Vegas, donde llegamos a las 3 de la mañana tras atravesar la famosa presa Hoover. Dormimos en el hotel del casino Circus Circus.

18 de Agosto - Lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas

Cambiamos nuestro equipaje al Luxor, donde vamos a pasar las dos siguientes noches, y comenzamos nuestro periplo por The Strip, calle principal de Las Vegas, recorriendo todos los casinos: Mandalay, Luxor, Excalibur, New York New York, MGM, Bellagio, Caesars Palace...

El tintineo de las maquinas es hipnotizador y nos incita a jugar, aunque ninguno se decide a hacerlo en una mesa ya que la apuesta mínima es de 10$ y no tenemos mucha idea, así que nos conformamos con gastar unos pocos dólares en las maquinas de póker, black jack y la ruleta.

Después de comer, tras un breve reposo en nuestro hotel, regresamos para ver los espectáculos nocturnos gratuítos: el volcán del Mirage y las sirenas del Treasure Island. De vuelta visitamos también el propio Treasure Island y el Venetian. Nos vamos de marcha al Bar Coyote, en el casino New York New York, hasta que lo cerramos.

De regreso al Luxor, Cristian, Javi y Jorge se quedan a tomar una cerveza en el bar del casino mientras el resto se retira ya a sus habitaciones. Cristian es el penúltimo en caer. Una chica le pide un cigarro a Javi y se lo agradece con un thank you baby. La misma chica volverá a pasar por detrás de estos mientras acaricia la nuca de Jorge. Ambos deciden que ha llegado la hora de irse a dormir. Por el camino se encuentran a Cristian que se ha perdido entre las máquinas y lleva media hora dando vueltas, hasta el punto de haber llegado a otro casino en su búsqueda de la habitación.

19 de Agosto - Chicas chicas

 El intento de ir andando a comer al Fremont acaba con nosotros en un restaurante del Stratosphere, debido a los 41ºC que hace en la calle y que aun nos quedaba media hora de caminata. Comemos en un sitio donde cada cierto tiempo los camareros bailan el twist o cantan al son de una guitarra. Made in America.

Nos separamos en dos grupos: consumistas (Fran, Ana, Ángela, Tamara y Cristian), que se van de tiendas, y ludópatas (Javi, Adrián y Jorge), que se van de casinos. Al juntarnos han perdido menos dinero los segundos.

 Paseamos por Fremont St, calle peatonal del centro de Las Vegas que acogió los primeros hoteles de la ciudad y que está plagada, cómo no, de casinos. Toda la calle está cubierta por una pantalla gigante que proyecta imágenes llenando de colorido la zona.

Ya de vuelta a The Strip visitamos las fuentes del Bellagio, con sus numerosos chorros de agua bailando al ritmo de la música, y nos vamos a ver un espectáculo del Circo del Sol, Zumanity.

Regresamos a Fremont St y Javi y Adrian se deciden a jugar 20$ en una mesa de blackjack con resultado dispar.

Javi intenta llevarnos a un bar de chicas, pero resulta que donde había leído Bar&Girls ponía Bar&Grill, así que pasamos del bar&parrilla y volvemos al hotel.

20 de Agosto - Y por fin... el pacifico

Viajamos rumbo a Los Ángeles completando el viaje de costa a costa (aunque no nuestro viaje). Comemos cerca del albergue donde nos alojamos en Santa Monica, donde artistas callejeros y gente un poco extraña anima el paseo.

A Tamara le da un ataque de risa de unos 15 minutos al ver a Adrián imitar a unos bailarines de street dance que había en la calle, lo que contagia a todo el mundo que pasa a nuestro lado.

Recibimos la segunda visita del viaje de los padres y tíos de Tamara y Jorge, con los que paseamos hasta el pier de Santa Monica poniéndonos al día de las ultimas andanzas.

21 de Agosto - Surfing USA

Mañana de consumismo desenfrenado en un outlet de Los Ángeles plagado de tiendas de marca a muy buen precio.

Tarde de paseo por la playa donde podemos conocer a los auténticos vigilantes de la playa. No estaba Pamela Anderson pero si algún imitador de David Hasselhoff.

Visitamos la Muscle Beach, donde los cachas de Los Ángeles van a mazarse, y jugamos un partido de vóley-playa.

Terminamos el día viendo atardecer en la playa y cenando unos tacos en el pier.

 

22 de Agosto - Universal Studios

Día entero en Estudios Universal, montando en las atracciones de Parque Jurásico, La Momia, Los Simpson (2 veces) y... la casa del terror, donde los chicos se ríen un montón y las chicas no tanto. Vemos los espectáculos de Terminator, Waterworld, los Blues Brothers, los efectos especiales de las películas, los animales actores y damos una vuelta por los decorados y platós donde se ruedan las películas y las series, incluyendo la calle donde graban Mujeres desesperadas. Día muy divertido y diferente.

23 de Agosto - Cuanta estrella

 Mañana de cine caminando por el Paseo de la Fama, viendo las estrellas de personajes relevantes del cine, la música y la televisión (y de alguna otra categoría que no entendemos muy bien, como la dedicada al vodka Absolut). Visita obligada al Teatro Kodak, donde cada año se entregan los Oscars, y al Teatro chino, en cuya entrada están grabadas la huellas de grandes actores.

Coincidimos con un grupo de jóvenes sudamericanas acompañadas por un viejete que las graba sin cesar, seguramente para alguna película (no conocemos exactamente el género pero surgen hipótesis).

Descansamos en nuestro motel. La dieta a base de fritos y la afluencia masiva al baño, sumadas al colofón de Jorge, hacen que este ultimo atasque el váter. Al no haber escobilla hace valer una percha de desatascador para solucionar el "asuntillo".

Subimos al observatorio del monte Griffith para ver una panorámica de Los Ángeles y del cartel de Hollywood. Un estudiante de bellas artes le pide permiso a Jorge para mostrar una foto que le acaba de hacer en una exposición de su universidad.

Paseamos por Beverly Hills babeando por las mansiones de los que viven allí. A estas horas de la tarde las lujosas tiendas de Rodeo Drive ya están cerradas, una pena.

24 de Agosto - Dónde estan las llaves matarile rile rile

 Abandonamos Los Ángeles y su trafico infernal adentrándonos en California. Paramos en una gasolinera cerca de un pueblo y sus bajos precios nos animan a saciar nuestro mono de morroneria con patatas, fritos y coca-cola.

 Llegamos al parque nacional de Yosemite por el sur deteniéndonos a ver la zona de Mariposa Groove, área boscosa llena de sequoias gigantes de hasta 80 m de altura.

 Nos desviamos de la carretera principal para ver atardecer desde Glacier Point, desde donde tenemos la mejor vista del valle y del Half Dome. Después de la puesta del sol, es decir, ya de noche, Tamara se da cuenta de que ha perdido las llaves de uno de los coches. Después de asegurarnos de que no se trata de una broma de alguno de nosotros, todos regresamos con linternas por donde hemos venido. Al final un señor nos devuelve las llaves perdidas.

Regresamos por la carretera en busca de algún chollo para dormir, y después de varios intentos encontramos un motel de los que nos gustan (los que nos dejan dormir 8 en una habitación).

25 de Agosto - Ande andara el lago del espejo?

Atravesamos el túnel que da acceso al valle principal de Yosemite y nos detenemos en una cascada a la que llegamos tras trepar por unas rocas, lo que hace más divertido el paseo. SuperJavi ayuda a una niña que no puede bajar y que está llorando. Mi héroe!!

 Vamos a informarnos al centro de visitantes del Parque y por el camino nos damos cuenta de que está a más de 2 km de donde hemos aparcado. La distancia es aproximada ya que pasamos por varios carteles que indicaban la misma distancia al centro que el anterior.

 Por recomendación de una ranger del parque, caminamos durante 1h por un sendero para ver el Lago Espejo que... está seco!!!! Sin embargo esta ruta discurre por la base del Half Dome, por lo que se puede disfrutar de buenas vistas de la impresionante montaña gris.

Antes de salir del Parque visitamos otra cascada algo escasa de agua, y es que en esta época del año las casi nulas precipitaciones hacen que la mayoría de lagos, riachuelos y cascadas estén prácticamente secos. Los más intrépidos (Tamara, Adrián y Fran) se bañan en la poza helada que hay a sus pies.

 Tiramos rumbo a San Francisco, donde llegamos ya de noche.

26 de Agosto - La receta

El día comienza con la visita del puerto de San Francisco y su famoso Pier 39, hogar de leones marinos y lleno de tiendas y restaurantes que hacen las delicias de la sección consumista del grupo. Comemos en un “Coma todo lo que pueda comer”, que por supuesto intentamos amortizar al máximo.

Paseamos por Chinatown y jugamos al Precio Justo con un objeto tallado en marfil y madera que vemos en el escaparate de una lujosa tienda. Gana Ana con una aproximación de 8.000$, y eso que el precio exacto es de 12.000$. Al regresar al coche nos encontramos con una sorpresa, la policía de San Francisco nos ha obsequiado con una multa por haber sobrepasado en 2 minutos el límite de estacionamiento. Si intentáis jugar al Precio Justo con el importe de la sanción os quedaríais seguro muy lejos. Precio exacto... 63$.

Visitamos el edificio de Bellas Artes situado al lado de la costa y aprovechamos para acercarnos a la playa cercana a contemplar el Golden Gate, pero la niebla ya ha caído y no se ve un carajo.

Regresamos al hostal y cenamos un burrito en un antro de la zona. Nos reímos un rato con el tipo del local al ritmo de Paquito no me seas revoltoso.

27 de Agosto - Alcatraz

Cogemos un barco para cruzar a Alcatraz. 


Visita durante 3 horas de la antigua prisión donde recorremos las celdas, el comedor, las duchas, las salas de los guardias... lugares donde estuvieron presos tan conocidos como Al Capone o Robert Stroud. 

La excursión a La Roca, además de resultar muy interesante, ofrece unas vistas espectaculares de la bahía de San Francisco y el Golden Gate.

Regresamos a la ciudad y comemos algo de pescado en el puerto, pese al temor de Fran por la gaviota asesina que nos ronda.

Aprovechamos que aun tenemos coche para recorrer El Presidio, un enorme parque de origen militar que contiene, entre otras muchas cosas, el Palacio de la Legión de Honor, un museo donde conocemos a Gustavo, un simpático salvadoreño con el que nos quedamos a hablar un rato mientras nos muestra fotos de cuando paso por Logroño haciendo el camino de Santiago.

Visitamos Baker Beach, playa nudista donde, entre otras vistas, tenemos una excelente panorámica del Golden Gate.

Paseamos por el Golden Gate Park, con sus numerosos jardines de flores y plantas exóticas, saltos de agua y espacios para practicar deporte. Regresamos al hostal, donde un italiano y su amigo el pagafantas están invitando a pasta a todas las chicas del hostal.

28 de Agosto - Last day

Despedimos con mucha tristeza a los 2 coches que nos han acompañado en tan largo viaje. En total 9.303 km cruzando Estados Unidos de Este a Oeste.

Para poder movernos por la ciudad a partir de ahora, sacamos un bono de día para el transporte público de San Francisco, que no tardamos en darnos cuenta que no piden en ningún sitio. Visitamos la Misión San Francisco de Asís, también conocida como Misión Dolores, que da nombre al barrio. Esta pequeña parroquia católica fue construida en el s. XVIII por frailes franciscanos, y es el edificio intacto más antiguo de la ciudad.

Desde allí nos dirigimos a Alamo Square, probablemente una de las imágenes icónicas de la ciudad con sus coquetas casas de colores.

Continuamos con nuestro tour por el Ayuntamiento, cuyo vestíbulo se puede visitar, y las catedrales Grace, a imitación de la de Notre Dame, y St. Mary’s, de estilo más moderno.

Después decidimos aprovechar nuestro bono de transporte para montarnos en un tranvía, una experiencia imprescindible en San Francisco, ciudad de cuestas empinadas que te llevan desde una colina hasta el mar. Asistir al giro de los trenes, una vez han llegado al final del trayecto, es también digno de ver.

Tras un breve paseo por Japan Town, paramos a comer en un bar ambientado en los años 50.

Después de cargar las pilas nos acercamos hasta la enrevesada Lombard Street y la Transamerica Pyramid, el edificio más alto de San Francisco con 260m. Desde ahí, Cristian nos lleva a un local de jazz muy conocido y recomendado en un blog que había leído en España... que estaba tapiado por planchas de madera!!! Decidimos tomarnos unas cañas en un bar cercano para despedir el viaje.

Regresamos al hostal dispuestos a esperar de empalmada a nuestro vuelo de vuelta a España de dos días.

 

29 y 30 de Agosto - The End

Poco que destacar de un viaje de 25 horas entre San Francisco y Madrid con escala en Chicago, salvo las ganas de fumar de Javi que hacen que salga del aeropuerto de Chicago a echar un cigarro cuando estamos ya esperando en la puerta de embarque. Durante el vuelo vemos la versión censurada de Algo pasa con Mary (escena cortada, pregúntale a un amigo).

Dormitando por aviones y aeropuertos llegamos a Madrid donde nos despedimos de Adrián, que vuela una vez más rumbo a Vigo. Al resto nos esperan 4 horas de autobús hasta Logroño.

Anécdotas y recuerdos del último mes llenan estas horas, que nos hacen reír a carcajadas por el gran viaje que acabamos de hacer y que ya nos están animando a planear el siguiente.

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